Esta es una receta de mi mamita, así que me da gusto compartirla aquí, porque sé que la valorarán. Por mucho tiempo no me atreví a hacerla, pensando que iba a ser complicada, pero al contrario, ahora la hago sin siquiera pensar. Aquí va:
Ingredientes:
- 1 sobre de levadura (1/2 cucharada de té)
- 1/4 cucharadita de azúcar
- medio pan de mantequilla (equivalente a cuatro cucharadas de mantequilla, o la mitad de una taza, si está derretida, o si se quiere usar aceite de oliva)
- 3 tazas de harina integral (o blanca, si no se tuviera la otra)
- sal a gusto
- agua tibia (más calentita que fría)
- Empezar por preparar la levadura: En una tasa, poner la levadura junto al azúcar y echarle una pizca de agua tibia (importante, no caliente ni fría) y revolver. Dejar reposar como 15 minutos cubierta con un mantel.
- Derretir la mantequilla (o usar aceite de oliva).
- Poner el harina en el bol grande en el que se mezclará todo. Añadir una cucharadita de sal, a gusto, y mezclar.
- Una vez que haya leudado la levadura, vaciarla en el harina; añadir a la mezcla la mantequilla derretida y una taza de agua tibia (más caliente que fría).
- Amasar bastante. Aquí está la clave de que los elementos de la masa se fundan bien, y que el pan quede con una textura rica, y no duro.
- Hacer la forma del pan según preferencia personal (puede hacer uno, o puede partir la masa y hacer dos panes separados). Ponerlos en la bandeja que irá al horno, (sobre un poquitín de harina o un papel enmantequillado, para que no se pegue), y se le deja reposar por un total de 30 minutos cubiertos con un mantel para que retenga calor.
- Prender el horno a 350° y dejarlo que se precaliente.
- Una vez que ha reposado el pan y se ha calentado el horno, aplastar un poquito el pan con un tenedor o un cuchillo, y ponerlo al horno durante 30 minutos. Sacarlo y dejarlo reposar un rato (no comer cuando está muy caliente).
- ¡Ya está, a disfrutar!
¡Lo haré!
¡Te va a encantar!